Desde este punto de vista, la gestión del conocimiento tiene
que ser un mecanismo continuo y tiene que ver fundamentalmente con los procesos
de la comunicación y divulgación. Es un factor trascendental entonces, que las
personas comprendan que es clave que entiendan lo que ellas saben, lo que otros
en la organización necesitan saber y el porqué es necesario que este contenido
sea compartido con el resto. Mientras más crítico sea un trabajo para la
empresa, más importante es que sea parte del proceso de Gestión del
Conocimiento.
Diversos y destacados autores han tratado la idea descrita
en el párrafo precedente. Un caso ejemplificador es el del premio Nobel de
Economía, Joseph Stiglitz , para quien el conocimiento y su gestión son
armas poderosísimas para crear sinergias dentro de un sistema. Si bien es
cierto que Stiglitz aplica la idea en una base mucho más amplia, cual es la de
crear los fundamentos de una economía basada en el conocimiento, es también
indudable que este concepto puede asimilarse perfectamente a una organización
empresarial.
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